¡Contra la guerra imperialista, conciencia internacionalista!
En un desarrollo histórico coherente con el carácter imperialista de la OTAN, el 75º aniversario de su creación coincide con una escalada belicista e imperialista en Europa sin precedentes en este siglo. Basta con abrir los grandes medios de comunicación para observar la preparación de un escenario prebélico a través de la construcción de un discurso belicista. Son múltiples los ejemplos: el primer ministro polaco hablando de preguerra, el presidente francés deseando mandar militares a Ucrania o la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, quien afirma que “la sociedad no es del todo consciente” de la amenaza de guerra. No se confunda, señora Robles, el pueblo trabajador es consciente del riesgo de la guerra imperialista, pero ahora, como en el siglo XX, nos mantendremos firmes en nuestra consigna: no somos, ni seremos carne de cañón para los intereses imperialistas.
Todo ello, además, mientras la Unión Europea y la OTAN continúan blanqueando, justificando y alentando el genocidio que el Estado de Israel lleva décadas perpetrando contra el pueblo palestino. El estudiantado, en cada centro de estudios, sigue extendiendo solidaridad con el pueblo palestino y denunciando incansablemente la hipocresía de un gobierno español que, mientras hace grandilocuentes declaraciones pidiendo el alto al fuego -de lo que no es una guerra, si no un brutal genocidio- vende las armas con los que día a día se asesinan a miles de personas.
Es por esta situación por la que el Frente de Estudiantes mantendrá en todos los centros de estudio del conjunto del Estado una posición coherente con la clase trabajadora. En cada instituto, en cada universidad, en cada centro de formación profesional, desarrollaremos un mensaje necesariamente antiimperialista e internacionalista y continuaremos exigiendo la salida de España de cualquier alianza imperialista. No elegiremos bando imperialista entre la OTAN, y su principal órgano de legitimación política en nuestro continente, la Unión Europea, o Rusia. Denunciaremos, por tanto, aquellos vínculos de instituciones educativas con órganos militares, como es la colaboración de la Universidad de Granada con el MADOC, Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército español. Nos pondremos del lado, como siempre hemos hecho, de los pueblos del mundo que sufran los bombardeos y el acoso incesante de aquellos que pretenden saciar su sed de beneficios con nuestra sangre. Y esa posición implica incluir entre nuestras reivindicaciones la superación de un sistema que fomenta cíclicamente los conflictos bélicos donde, sistemáticamente, los muertos los pone la clase trabajadora.
Algunos dicen que suenan tambores de guerra en Europa, exculpando a sus culpables. Nosotros, el estudiantado de clase trabajadora, tenemos claro que la realidad es la de unos gobernantes que sirven a intereses imperialistas. Unos gobernantes que golpean intencionadamente los tambores de sus guerras, en las que nunca participarán, mientras la clase trabajadora se tapa los oídos porque no quiere morir en un campo de batalla. El estudiantado de extracción obrera y popular, en su mayoría juvenil, sabe de la posibilidad de ser reclutado. Ante esta situación, hacemos un llamamiento al estudiantado a organizarse contra esta y todas las guerras imperialistas, el sistema socioeconómico que las propicia y el sistema educativo que sirve de correa de transmisión, así como a apoyar y participar en las diferentes movilizaciones que se están produciendo a lo largo y ancho del Estado contra la guerra imperialista, la OTAN y demás alianzas imperialistas y en solidaridad con los pueblos del mundo.
¡No a la guerra imperialista! ¡Solidaridad internacionalista con los pueblos del mundo!