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Entre el IV y el V Congreso

Hace exactamente 3 años, a la finalización del acto de apertura que precedía a los debates del IV Congreso del Frente de Estudiantes, el conjunto de la militancia del sindicato presente en el Auditorio Marcelino Camacho se desplazaba a la Puerta del Sol de Madrid para participar de la concentración convocada de urgencia contra la guerra imperialista que acababa de estallar en Ucrania y para mostrar solidaridad internacionalista con el estudiantado y los pueblos del mundo. Tres años después, celebramos nuestro V Congreso aún al calor de las Acampadas por Palestina que durante la primavera de 2024 invadieron los campus de todas las universidades del país y paralizaron ciudades de todo el mundo en oposición al genocidio perpetrado por Israel.

Si bien las movilizaciones contra la guerra en Ucrania y las recientes Acampadas por Palestina comparten un mismo denominador común internacionalista, su composición, fuerza y masividad han sido radicalmente diferentes. En el IV Congreso, dejando atrás un periodo marcado por la pandemia, la semipresencialidad y el retroceso generalizado del movimiento estudiantil, el Frente de Estudiantes se marcaba como objetivo convertir cada centro de estudios en una trinchera desde la que organizar al conjunto del estudiantado e impulsar la respuesta a la guerra, la Reforma Educativa y un sistema educativo contrario a nuestros intereses. El éxito de las Acampadas y la participación y dirección del Frente de Estudiantes en la práctica totalidad de ellas son una pequeña pero importante muestra de lo acertado de los análisis y la estrategia que en febrero de 2022 nos fijábamos y del consecuente crecimiento de nuestra organización y, en consecuencia, del movimiento estudiantil en nuestro país.

En paralelo a estas luchas, el trabajo realizado por el conjunto de la organización durante este periodo intercongresual ha estado orientado fundamentalmente al apoyo e impulso de la rearticulación del movimiento estudiantil en España. Para cumplir este objetivo, la militancia del FdE se ha apoyado en la generación de espacios de organización estudiantil desde donde poder impulsar propuestas de lucha organizada, en los cuales multitud de estudiantes han participado con el fin de mejorar la calidad de su educación, las condiciones de sus centros y las problemáticas concretas que afectan a las distintas ramas y estudios. Durante este proceso, los y las militantes han podido poner en práctica los aprendizajes derivados de la experiencia propia de una estructura sindical, en la que militantes con más antigüedad transmitían sus experiencias a las nuevas incorporaciones, sirviendo de correa de transmisión entre una y otra generación de estudiantes. Gracias a esta transmisión continua, este periodo ha supuesto una ampliación en el sector del estudiantado formado en la lucha política y sindical, capaz de intervenir en espacios amplios y poner sobre la mesa debates y propuestas que no hacen sino impulsar un nuevo ciclo de movilizaciones y lucha estudiantil.

Entre tanto, pocas semanas después de la celebración del IV Congreso el estudiantado, tras intensas jornadas de asambleas en institutos y facultades, avanzaba hacia la primera Huelga General Estudiantil en años. Una convocatoria sin la que no se pueden entender los avances posteriores de la protesta estudiantil y que supuso la primera piedra para que toda una generación de militantes estudiantiles recuperase herramientas de lucha perdidas en medio de la desmovilización por el gobierno socialdemócrata y la pandemia. Los encierros, barricadas, piquetes y manifestaciones en las principales ciudades del país el 24 de marzo de 2022 fueron una primera declaración de intenciones del movimiento estudiantil que el Frente de Estudiantes quería impulsar durante este periodo y un claro ejemplo de que, frente a la resignación, la desmovilización y la aceptación de un sistema educativo contra el pueblo trabajador, existe una alternativa de lucha y organización para conquistar otra educación.

Este avance en posiciones y referencialidad ha ido acompañado de un necesario fortalecimiento de la estructura interna y organizativa del sindicato. Ya desde el segundo pleno de la Dirección General se ponía sobre la mesa la necesidad de contar con una responsabilidad interna capaz de actuar de correa de transmisión a todos los niveles, así como de apoyar y potenciar el desarrollo en territorios con secciones de nueva creación. Junto con la profesionalización de otras responsabilidades como la tesorería y la comunicación, ello ha permitido un desarrollo interno del Frente de Estudiantes que constituye un completo acierto y sobre el que las futuras Direcciones Generales deberán seguir profundizando a medida que la militancia y presencia del sindicato aumentan. Al mismo tiempo, las distintas Direcciones Intermedias también han progresado en estos términos, orientando su desarrollo hacia una mayor concretización del trabajo en el territorio y afianzando la caracterización de los problemas y peculiaridades específicas de cada comunidad autónoma y localidad.

Pero si algo muestra el acierto de los análisis del Frente de Estudiantes en estos años es su capacidad para conjugar la movilización estatal y coordinada con un intenso trabajo de agitación, protesta y movilización en cada instituto y facultad, en conjunto con los trabajadores de nuestros centros. Las protestas en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Burgos, la solidaridad con los trabajadores de la cafetería de la Politécnica de Madrid, la lucha antirrepresiva en Cantabria, las movilizaciones por la EVAU en Murcia o la lucha contra la reacción en Granada son sólo algunos ejemplos de las decenas de campañas, protestas y acciones que la organización ha liderado, obteniendo victorias fundamentales para el estudiantado y demostrando, día a día, que la lucha en todas las circunstancias es el único camino.

Estos avances en la rearticulación del movimiento estudiantil y el fortalecimiento interno convergen al cierre de este periodo intercongresual, uno de gran importancia para la recuperación de la protesta, el auge de la lucha estudiantil y el crecimiento, tanto cualitativo como cuantitativo, de nuestra organización. Un periodo en el que cientos de nuevos compañeros y compañeras han decidido dar un paso al frente y tomar parte activa en la defensa de sus intereses, en el que se han creado decenas de nuevas secciones sindicales y se ha evidenciado que, ante cada ataque sufrido, habrá cientos de estudiantes plantando cara y luchando por otra sociedad y otra educación radicalmente diferentes.

En la víspera del V Congreso solo queda dejar claro una cosa:

¡Es momento de responder!

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