¡Ni PAU ni EBAU, por un acceso gratuito a la universidad y para los hijos e hijas del pueblo trabajador!
Un año más, los y las estudiantes tenemos que enfrentarnos a las diferentes pruebas de acceso a los estudios superiores universitarios. Esta serie de exámenes tiene un peso fundamental en la obtención de la nota que permita al estudiantado acceder a los estudios superiores que deciden cursar. Son una condición imprescindible para acceder a la universidad habiendo acabado los estudios de bachillerato, de ahí su importancia.
Al ser esta prueba competencia de las comunidades autónomas, son las propias que deciden y dan forma a las aptitudes que se evalúan en estos exámenes. Esto da lugar a una serie de desigualdades en el nivel de exigencia y el contenido de estas pruebas totalmente arbitrarias que en ningún caso beneficiaran al estudiantado. Si le sumamos la incertidumbre que se plasma año tras año sobre sus contenidos, deja al estudiantado en desventaja para superar esta prueba y en desigualdad para afrontarla con creces.
La existencia de una prueba de acceso a la universidad, planteada en los términos en los que se desarrolla en la actualidad, esconde tras de sí una motivación que afecta de forma estructural al sistema universitario público. Esta finalidad implícita no es otra que la de cribar al estudiantado ante el déficit generalizado de financiación que sufren las universidades y que se plasma en la falta de plazas, de personal docente, las pésimas condiciones en las que se encuentran las infraestructuras de las facultades y un largo etcétera.
Además de la cuestión de la nota de acceso nos encontramos con otra limitación que afecta directamente a los estudiantes procedentes de las familias trabajadoras. Las diferentes tasas que se aplican y el resto de gastos derivados de las pruebas de acceso dificultan aún más el proceso de inserción del pueblo trabajador a los niveles de enseñanza universitarios.
Cabe resaltar el carácter profundamente antipedagógico de la EBAU la cual pretende evaluar el trabajo realizado por los alumnos a lo largo de los dos años de bachillerato en unos únicos exámenes, De esta forma se añade una presión desproporcionada al estudiantado el día de la prueba que no ajusticia de ninguna manera todo lo aprendido y todo el esfuerzo llevado a cabo hasta ese momento. Una consecuencia de las pruebas de acceso es también el hecho de que los contenidos de las asignaturas de bachiller se orienten exclusivamente a los exámenes de selectividad relegando de esta forma el aprendizaje en si en favor de los métodos que contemplan el poder pasar esta prueba.
Por todos estos motivos, desde el Frente de Estudiantes nos oponemos a esas pruebas de acceso a la universidad, que solo pretenden seleccionar a una minoría, dejando al resto, a los hijos e hijas del pueblo trabajador, fuera del sistema universitario. Declaramos que:
- Es imprescindible que se garantice la igualdad y gratuidad de acceso a la universidad pública.
- La supresión de estas pruebas y la implantación de un sistema que oriente, en vez de seleccionar, al estudiante sobre el itinerario académico que seguir.
- El aumento de la financiación a las universidades públicas para que puedas responder a la demanda de acceso a la universidad, evitando una parte de estudiantes se queden sin plaza.