¡Pilar se queda! La organización y la lucha es el único camino
A finales del pasado curso nos llegaba la noticia del traspaso sin previo aviso de Pilar, trabajadora de administración de nuestro instituto, el IES Averroes, esto dejaba al centro con solo un trabajador en plena época de matriculaciones. Desde entonces tanto los trabajadores del centro como los estudiantes iniciamos las protestas con una consigna; ¡Pilar se queda! Después de un año de lucha y tras asambleas, un encierro y manifestación por nuestro barrio, podemos por fin decir que Pilar se queda en nuestro centro.
No es casualidad que esto sucediera en un centro público ubicado en un barrio obrero, limitar la capacidad de matriculación presencial suponía de facto la expulsión de la educación pública de estudiantes hijos e hijas de trabajadores. Nuestro barrio, el Sector Sur está entre los más pobres de España, en una ciudad con la segunda mayor tasa de paro del país, hay familias en nuestro centro que no tienen la posibilidad de matricular a sus hijos de manera telemática y los servicios sociales que podrían ayudarles a hacerlo son claramente insuficientes.
Aquí es donde se nos muestra que la educación no es un ente externo a las dinámicas económicas de nuestra sociedad, pues la falta de una administrativa, para nosotros, los hijos de la clase trabajadora, significa mucho. La falta de personal beneficia directamente a las empresas privadas, pues las familias que no puedan matricular a sus hijos acudirán a centros privado-concertados o acabarán en un instituto fuera del barrio, el cual está muy mal comunicado y esto supondría un gasto más en transporte. Esto es solo una traba más a que podamos avanzar en el sistema educativo, sufrimos los recortes, la falta de financiación, la falta y deterioro de infraestructura y cuando llegamos a casa nos toca enfrentarnos a una realidad social durísima, el paro y la explotación son el pan de cada día y los estudiantes no somos ajenos a ella, la sufren nuestras familias e incluso la sufrimos nosotros mismos.
Nuestros padres y madres lucharon en su momento por algo tan simple como el acceso a una educación pública, en este conflicto hemos tenido muy presente esa vieja consigna de “Los hijos de los obreros queremos estudiar”, una consigna que se torna actual en el momento en el que de nuevo, a los hijos de los trabajadores se nos ponen trabas para poder matricularnos en nuestro instituto, por ello, en la manifestación que recorrió las calles de nuestro barrio el pasado 3 de noviembre, una pancarta inspirada por esa consigna cerraba nuestro cortejo.
Esa línea roja que iniciaron nuestros padres la continuamos hoy nosotros pues el hecho de ser los hijos de clase trabajadora es lo que marca nuestra vida y luchar por cambiar mejorar nuestra educación no es un hecho aislado, pues contribuye a que podamos conseguir un nuevo modelo de sociedad en el que de verdad los hijos de los trabajadores podamos tener una educación digna y al servicio de la clase trabajadora.
De esta victoria sacamos una gran conclusión y es que la lucha sirve, el que nos organizáramos junto a los trabajadores de nuestro centro ha sido la razón principal para que Pilar vuelva a nuestro centro. Tenemos el poder de cambiar las cosas y nuestra herramienta para hacerlo es el Frente de Estudiantes. Toda esta lucha ha servido para ahora poder decir que realmente:
¡Pilar se queda!
¡Es momento de Responder!