Prácticas Cotizadas, ¿Avance o Fraude?
A partir de este 1 de enero de 2024 comienza la obligatoriedad de cotización de todas las prácticas no laborales (estén o no remuneradas), según se establece en el Real Decreto-Ley 2/2023. Esto que a priori puede parecer un gran avance, ya que Yolanda Díaz como ministra de trabajo así lo ha vendido, no sólo no es suficiente sino que se reviste de multitud de mecanismos para asegurar determinadas tasas de beneficio empresarial. Esto es algo que el movimiento estudiantil lleva años denunciando: el actual modelo de prácticas y los parches que se le plantean nutre a las empresas de mano de obra cuasi gratuita, naturaliza la precariedad del empleo juvenil y tira a la baja las condiciones de las plantillas. De esta forma, reivindicamos la necesidad de la laboralización de las prácticas con condiciones a nivel de convenio, con equiparación salarial y en derechos.
La realidad es que ni desde el Ministerio de Trabajo, ni desde el de Universidades, ni desde el de Educación se atienden las demandas del movimiento estudiantil. Es más, se desplaza a sus organizaciones de los espacios de debate y negociación de unas y otras medidas, cuya aplicación ya se está manifestando problemática. Ejemplo de ello es cómo en los últimos meses los empresarios prácticamente han realizado un “boikot” frente a tener que pagar las cotizaciones de los estudiantes a la seguridad social -las cuales son cifras ridículas en comparación al número de horas trabajadas gratis-, negándose hasta el punto de retirar la oferta de prácticas en sus empresas como medida de presión a las universidades, que están empezando a asumir los costes derivados de la cotización de sus estudiantes.
Centros educativos como la Universidad de Sevilla o la Universidad Pablo de Olavide plantean abiertamente que pagarán las cotizaciones que tendrían que pagar las empresas para “garantizar las prácticas a los estudiantes”. Una vez más, la universidad pública cede ante las presiones de los empresarios y realizan una transferencia indirecta de dinero público a actores privados, lo cual también, una vez más, daña la calidad de nuestra educación a la par que cuida el beneficio empresarial. Pero esto no va a quedar así. Desde el Frente de Estudiantes estamos planificando acciones unificadas a lo largo del país en defensa del estudiantado y de unas prácticas que respondan a las necesidades de la comunidad educativa.
Compañero, compañera, te animamos a contarnos tus experiencias en prácticas o cualquier problemática derivada de las mismas, así como a organizarte con nosotros para plantar cara a esta cruda realidad. El trabajo se paga. ¡Es momento de responder!