• Derogación de la LOMLOE. Su carácter rupturista con la anterior LOMCE no es más que propaganda en casi todos los elementos.
  • Eliminación de las Pruebas de Acceso a la Universidad como un sistema de promoción y orientación de estudios basado en el rendimiento e implementación de un modelo basado en las capacidades y las aptitudes del alumnado, teniendo en cuenta los dos años de bachillerato y las inquietudes del estudiante, garantizando la dotación suficiente de plazas como única posibilidad de satisfacción de las necesidades individuales y sociales del estudiantado.
  • Distribución del alumnado en diferentes clases o aulas en base a un criterio educativo que fomente el aprendizaje colectivo y no por rendimiento académico.
  • Potenciar el Plan de Lectura y Bibliotecas en nuestros centros educativos, dotando a los institutos de espacios adecuados para el estudio y la lectura y de un fondo actualizado de literatura, así como material de otras disciplinas académicas, con el consecuente personal público que garantice su correcto funcionamiento.
  • Fijación de la ratio máxima a 15 estudiantes por aula en ESO, Bachillerato y FP, atendiendo a la reivindicación de los sindicatos de trabajadores de la educación.
  • Incremento del número y la cuantía de las becas y ayudas no universitarias por un criterio de renta familiar.
  • Dotación a cada instituto de un equipo docente lo suficientemente amplio para dar cobertura a las necesidades formativas del estudiantado, eliminando así las duplicidades en la docencia.

  • Fomento de la autonomía de los institutos a través de la potenciación de los consejos escolares como máximo órgano de dirección de los centros.
  • Elección de la dirección de los centros por los consejos escolares.
  • Garantía de presencia representativa y proporcional de alumnos, familias y trabajadores (tanto docentes como PAS) en los consejos escolares.
  • Establecimiento de rendiciones de cuentas periódicas y vinculantes de la dirección del centro ante los consejos escolares en el caso de que el centro de estudios no los tenga ya establecidos.
  • Elección de los libros de texto por el consejo escolar a propuesta de los equipos docentes, primando la calidad de los materiales a otros criterios.
  • Integración curricular obligatoria de contenidos de carácter general que no se enmarquen en las competencias técnicas propias del grado.
  • Garantía de una oferta suficiente y exclusivamente pública de FP, también oferta modular y a distancia.
  • Articulación de programas docentes en Formación Profesional que equilibren el aprendizaje en el centro de estudios con las prácticas externas remuneradas. Promover diferentes métodos de trabajo (presencial y no presencial) que se adapten en todo momento a las condiciones del estudiantado y que permita una flexibilidad a la hora de compaginar la FP con otras obligaciones.
  • Fomento de la FP como una vía formativa más a la que acceda el estudiante no por necesidades económico-laborales inmediatas, sino en base a un criterio de elección por interés personal, aptitudes particulares y vocacionales.
  • Eliminación cualquier prueba que clasifique mediante la competencia al alumnado que pueda para acceder a una modalidad de FP. Sustituirlo por un programa de tutorización que acompañe y guíe en todo momento al joven en la transición a la enseñanza post-obligatoria.
  • Habilitación del servicio de madrugadores, comedor y transporte escolar gratuitos que permitan lograr una correcta conciliación familiar
  • Articulación de programas eficientes para combatir el abandono escolar, donde una pronta inserción al mercado laboral no sea la única alternativa.
  • Dotación de medios económicos y materiales a los programas de garantía social además de establecer sistemas de reorientación académica hacia los estudios superiores. Inclusión de un equipo técnico social en los centros de estudios.
  • Campañas sostenidas en el tiempo y con objetivos pedagógicos para combatir el absentismo escolar, rechazando la figura del policía-tutor como vigilante de los centros y facilitando herramientas al estudiante.
  • Eliminación del modelo bilingüe para lenguas extranjeras así como las modalidades y prácticas educativas que favorezcan la segregación académica.
  • Recuperación de historia y filosofía como asignaturas troncales, así como garantía de recursos materiales y personales para la impartición de música, latín, griego y otras asignaturas para los estudiantes que quieran acceder a ellas.
  • Homogeneización de los planes docentes y los métodos de evaluación de las asignaturas troncales a nivel estatal, permitiendo así una mayor movilidad entre los centros y garantizando el derecho a una educación igual para todos y todas, reconociendo las particularidades históricas, culturales y lingüísticas de cada región/nación.
  • Ampliación de las horas dedicadas curricularmente a la Educación Física con el objetivo de hacer de esta una asignatura donde se aprenda y desarrolle una relación saludable con la nutrición y el ejercicio, como parte de la formación integral de la persona y del bienestar colectivo, cuestiones muy alejadas de la concepción actual de la Educación Física. Además, se deberán garantizar los medios necesarios para que se tengan las condiciones higiénicas adecuadas antes y después de las clases
  • Garantía de, al menos, una salida didáctica programada del centro por cada asignatura que curse el alumno de forma gratuita, estableciendo una relación directa entre las competencias y dicha salida.
  • Existencia de programas gratuitos de formación que posibiliten la adaptación de las enseñanzas medias a la Universidad, tanto ampliando conocimientos de una misma rama como posibilitando la adaptación de una rama de aprendizaje a otra.
  • Convertir a los PIEE (Proyectos de integración de espacios escolares) y otros servicios extraescolares en servicios que se gestionan de forma íntegramente pública.
  • Eliminación de aquellos mecanismos que permitan a madres y padres vetar contenidos en las aulas de forma individual, reivindicando el espacio de las AMPAS para la participación de los tutores legales pero negando la posibilidad de que el carácter público de la educación se limite por lógicas individualistas.
  • Integración de este tipo de estudios en el sistema de enseñanza pública.
  • Gratuidad
  • Adscripción de los estudios artísticos a las enseñanzas universitarias y, con ello, a la ley de universidades.
  • Dotar del presupuesto suficiente a todos los centros públicos para poder mejorar sus infraestructuras, contratar más profesorado y bajar las ratios.
  • Promoción de las escuelas oficiales de idiomas dotándolas de los recursos suficientes.
  • Gratuidad de los exámenes y de su preparación para acreditar el conocimiento de un idioma. Especialmente en los casos en los que se exija acreditarlos para la obtención del título universitario.