¿Qué se esconde tras la defensa del «libre debate»? La realidad tras las charlas sobre prostitución en la Universidad.
A lo largo de los últimos meses las Secciones Sindicales del FdE en distintas universidades han convocado toda una serie de movilizaciones contra la batería de charlas que se están organizando en las universidades públicas que dan rienda suelta a la normalización de la prostitución en la sociedad y en la educación. La explicación de porqué lo hacemos se desarrolla en el siguiente enlace. En síntesis, nuestra actividad sindical se fundamenta en el objetivo de construir una educación al servicio del pueblo trabajador y dentro de ello, incluimos el desarrollo integral de las personas sin condicionantes y en tanto que mujeres y hombres libres e iguales. Esto es fundamental para entender el posicionamiento del FdE y su consecuente acción política, materializada en las protestas y concentraciones convocadas frente a las facultades en las que fueran impartidas tales charlas.
Siempre y sin condicionantes, el Frente de Estudiante se posicionará en favor del pueblo trabajador y mostrará su apoyo a las posturas y medidas que le hagan avanzar en la conquista de sus derechos. En ese sentido, y en este caso, nos posicionamos también del lado de las miles de mujeres que sufren las consecuencias de la prostitución y el proxenetismo; y firmemente en contra de quien se enriquece a costa de la mercantilización de los cuerpos así como de las posiciones que lo respaldan.
Las posturas que apuestan por la regulación de la prostitución, vengan de donde vengan, legitiman y normalizan la mercantilización del cuerpo y la sexualidad de las mujeres. Creemos que toda posición política representa un interés y en última instancia, queda claro a quien beneficia la normalización y la regulación de la prostitución: al proxenetismo y al modelo de sociedad que genera la prostitución. Esto es relevante: pues no entendemos la prostitución ejercida en libertad y sin condicionantes; sino en el marco de unas determinadas relaciones sociales de cuya ecuación no podemos sacar al o la proxeneta que se enriquece de la mercantilización de los cuerpos ajenos (que a veces también se refiere a sí mismo/a como “trabajador sexual”).
Las jornadas que se enmarcaban en el argumento del libre debate, ni siquiera han permitido eso mismo: el debate y la confrontación, aunque expresada a través de la manifestación. Empezando por el absoluto secretismo de su organización, la sorpresa nos la hemos llevado cuando se nos ha impedido el paso a las facultades acudiendo a autoridades policiales (Madrid); hecho de la ponencia un seminario obligatorio (Salamanca); agredido a nuestras compañeras (Sevilla) o amenazado con sanción (Barcelona). Este hecho nos lleva a confirmar nuestro análisis, reafirmar nuestra postura, y seguir trabajando por explicar y debatir con el estudiantado de nuestros centros el porqué de nuestro rechazo a las charlas. Llamamos a la unidad del estudiantado y todos los sectores del pueblo trabajador en defensa de nuestros derechos, en defensa de la igualdad real y de un modelo de universidad que no ampare en ninguna de sus formas intereses contrarios y ajenos a los del pueblo trabajador.