Frente a la reacción en las universidades públicas madrileñas
El ascenso de la reacción y la extrema derecha en las universidades públicas debe ser combatido con la organización, la confrontación y la lucha del estudiantado.
En los últimos meses hemos asistido a una gran proliferación de actitudes regresivas e intentos de generación de espacios reaccionarios en universidades públicas de la Comunidad de Madrid. La entrada y difusión de los discursos de este tipo en los centros de estudios supone un grave peligro para el estudiantado y el pueblo trabajador. Es obligación del movimiento estudiantil silenciarles y negarles la presencia en nuestros espacios. En unos espacios que aspiramos a que sean plenamente nuestros, de estudiantes y trabajadores, con todo lo que ello implica.
Una clara demostración de esto es el intento de acto celebrado hace unas semanas en la Facultad de Políticas y Sociología de la Universidad Complutense donde cientos de estudiantes impidieron al dirigente de Vox Javier Ortega Smith y los miembros de la plataforma convocante el siquiera acercarse a nuestras aulas. Allí, el grupo de reaccionarios, sin apenas apoyo, tan solo pudieron acercarse a 100 metros de la facultad escoltados por decenas de policías. No obstante, son varios los episodios de este tipo vividos a lo largo del curso, en unas y otras universidades.
Estas organizaciones tratan de acceder a nuestros centros con la complicidad de algunos Rectorados y Decanatos que, si bien en ocasiones reformulan actos ante posibles polémicas o los tratan de desconvocar para evitar respuesta estudiantil, expresan con claridad como el freno a la filtración de posiciones y discursos reaccionarios no puede sino pasar por la articulación -por parte del movimiento estudiantil- de una respuesta firme, decidida y hasta las últimas consecuencias por vaciar nuestras aulas del odio y la reacción. Como siempre, en unidad con el movimiento obrero, con el profesorado y con el conjunto de la comunidad educativa, tal y como pudo verse en la UCM.
Solo mediante nuestras herramientas de organización y lucha podremos verdaderamente plantar cara y hacer valer nuestros derechos. Que en cada facultad, en cada instituto al que acudan, encuentren estudiantes organizados dispuestos a combatirles, dispuestos a defender nuestros centros de estudios y a luchar por una educación al servicio de la mayoría.
Frente a la reacción, ¡organización y respuesta!