Reportaje del Front d’Estudiants. La Selectividad en Catalunya: nuevamente, una cuestión de clase.
Durante el pasado 14, 15 y 16 de junio el estudiantado catalán abordaba un año más las pruebas de Selectividad, de la misma forma que miles de compañeros y compañeras a lo largo del país. Así, un año más, los estudiantes se someten a un proceso de cribaje para poder tener la oportunidad de continuar su desarrollo académico a nivel universitario. Desde el Front d’Estudiants hemos recorrido campus y facultades agitando, reivindicando y charlando con otros estudiantes sobre sus perspectivas ante la prueba.
Nos hablaban de la intensificación de los problemas de salud mental debido a la presión de los exámenes; de cómo más allá de las notas necesitarían beca para poder estudiar en la universidad; de cómo les era impensable acceder a la privada; y de cómo no habían podido pagar clases de refuerzo u optar a espacios de estudio.
Os dejamos algunos fragmentos de las entrevistas realizadas:
Tasas de exámenes, posteriores tasas universitarias, procesos burocráticos tediosos, situaciones familiares y sociales complejas, problemas de salud mental, dificultades de acceso a material educativo o a soporte en el estudio, centros educativos infra financiados… son algunas de las barreras materiales y sociales que afectan de lleno a los estudiantes de extracción obrera y popular.
Lo tenemos claro, hay un descarado sesgo de clase. Este sistema de “selección” es un sistema que se interpone de forma inmediata entre los estudiantes y su derecho a la educación y que no puede entenderse, por un lado, al margen de la sangrante oferta de plazas públicas; por otro, de las diferentes necesidades de cualificación empresariales. Es además un sistema que está muy lejos de ser el método de selección meritocrático y neutro que nos quieren hacer creer, nada es neutral en una sociedad y una educación marcada por la brecha de clase. Y está también muy lejos del acceso pleno y libre a la educación que tanto reivindicamos desde el sindicato, en cualquiera de sus planos.
Nos posicionamos en contra de la selectividad como pilar segregador del sistema educativo y seguiremos denunciándolo curso a curso. Seguiremos denunciando cómo atenta contra las oportunidades y los derechos reales de los estudiantes y cómo coloca una carga especialmente pesada y desgastante sobre las estudiantes de clase trabajadora. Como siempre, la transformación de este modelo de sociedad y de educación pasa por la organización propia del estudiantado.
¡Por una educación en la que nadie quede atrás!