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Eva Gª Madariaga: «las promesas del Gobierno tras la moción de censura son hoy papel mojado»

Entrevistamos a Eva Gª de Madariaga, dirigente del Frente de Estudiantes y miembro de la Comisión Ejecutiva General desde el II Congreso celebrado en febrero de 2018. Hablamos con ella sobre interesantes cuestiones de actualidad política, el Gobierno de Sánchez y las medidas educativas o las movilizaciones estudiantiles que se desarrollarán durante el mes de noviembre en algunos puntos de nuestra geografía.

Pregunta: Buenos días Eva. Antes de nada, nos gustaría que nos comentaras cuáles han sido las medidas y acuerdos tomados por el sindicato desde el Congreso celebrado en febrero, ¿cómo es esta valoración de los primeros meses? 

Respuesta: Buenos días. Empiezo por el final. La verdad es que los ritmos de trabajo desde el Congreso han sido de todo menos tranquilos. Por supuesto, eso es bueno, porque quiere decir que desde la Dirección General hasta las bases somos un sindicato “vivo”, capaz de articular respuestas a la actualidad política pero también de desarrollar y trabajar entorno a un programa propio. Y con esto te respondo a la primera parte, porque los acuerdos tomados van un poco en ese sentido: ser capaces de, con ese programa, ser cada vez más estudiantes organizados, luchando no sólo de forma reactiva a las medidas del Gobierno (Gobiernos de CCAA, entes locales, universidades…), sino que también a la ofensiva, con nuestra propia tabla reivindicativa. Ser necesariamente interlocutores del estudiantado en la conformación de un nuevo modelo educativo.

P: En tu caso eres dirigente al máximo nivel, es decir, en la Dirección General y la Comisión Ejecutiva. Pero ¿cuándo empiezas a interesarte por la lucha estudiantil?

R: Bueno, yo vengo de una familia de tradición luchadora, así que mi interés por el movimiento estudiantil empieza en mis años de instituto. Sin embargo, nunca encontré allí ninguna estructura organizada, así que iba con dos o tres amigas a las manifestaciones y allí se quedaba todo. Fue en la Universidad cuando empecé a trabajar en una de las asociaciones que luego sería una de las participantes del Congreso de Unidad Estudiantil, que fue cuando fundamos el FdE.

P: Nos comentas que estudias un doble grado en la Universidad Complutense, con la carga académica que eso conlleva. Queremos saber cómo es compaginar la actividad militante y los estudios.

R: No te voy a engañar, requiere un nivel de organización de la agenda bastante milimétrico. Pero, por un lado, me gusta lo que estudio y la profesión para lo que lo hago -si las vicisitudes del mercado laboral me lo permiten- y, por otro, confío plenamente en la validez del proyecto del FdE. Y no es una cuestión de fe. Como llevo en esto desde antes de que se conformase la estructura, he podido ver y formar parte de todas las cosas que, casi de la nada, hemos conseguido a día de hoy. Así que por un lado estoy orgullosa de la organización y, por otro, soy consciente de que queda mucho trabajo por hacer, pero lo afronto con ganas porque el modelo sindical que planteamos se ha mostrado válido.

«[…]todas las promesas que hizo el Gobierno tras la moción de censura son hoy papel mojado. Hicimos bien en llamar a los estudiantes a movilizarse y ser protagonistas de su propio futuro.»

P: Entremos en materia. A finales del curso pasado se celebra la Moción que acaba con el Gobierno del PP y culmina el proceso de alianza entre el viejo PSOE y Podemos, que da soporte a Pedro Sánchez y sus medidas. ¿Cómo enfrenta esto la comunidad educativa? ¿El estudiante medio ha sentido este cambio?

R: La Comunidad Educativa está en una posición complicada. El nuevo Gobierno, desde que ha entrado en la Moncloa, no ha hecho más que vender que desharía todos los destrozos del PP. Y esto es algo que puede resultar muy apetitoso, porque es cierto que los recortes y reformas del anterior Gobierno han afectado muy duramente a muchas familias, a las condiciones de trabajo de muchos docentes y a los propios estudiantes.

Sin embargo hay que situar que ya antes de los ataques del PP, el sistema educativo era incapaz de atender a la realidad de una mayoría de estudiantes. Las diversas leyes educativas que se han ido sucediendo han seguido un camino de privatización que podemos anticipar si estamos atentos a las directivas de la UE.

Pero es que además, en la práctica, todas las promesas que hizo el Gobierno tras la moción de censura son hoy papel mojado. Hicimos bien en llamar a los estudiantes a movilizarse y ser protagonistas de su propio futuro. No se va a derogar la LOMCE; se va a modificar. No se ha elaborado un nuevo programa de becas; se ha aumentando la cuantía en 100 euros como si todos los estudiantes que han sido expulsados del sistema universitario por motivos económicos fueran a revertir su situación con 100 euros más en la cuenta. Los PGE en educación son escasísimos y demasiado generalistas: un brindis al sol. Y esa, es la tónica general: mucho marketing, pero pocos cambios en el día a día de los hijos e hijas de la clase trabajadora.

P: Son muchas las medidas que enumeras en materia educativa y que en general no se han materializado. La nueva campaña del sindicato habla precisamente de esto, de que sin la fuerza del estudiantado no hay cambio real. ¿Qué les transmitís a los estudiantes? ¿Cuál es la receptividad con el Gobierno de Sánchez?

R: La idea de la campaña es apelar directamente a todos esos estudiantes que lidian diariamente con los problemas del desmantelamiento de la educación pública. Al final, la fuerza está en la organización, en el elemento colectivo: ser un sindicato de miles de estudiantes capaz de articular el contraataque; pero es decisión de cada estudiante formar parte o no de esa organización que es el FdE.

Creo que es una campaña bien situada en este contexto político concreto, pues, tal como ha quedado demostrado, los estudiantes y la comunidad educativa no podemos confiar en las promesas parlamentarias que muchas veces se sitúan en clave electoral y, muchas otras, en clave desmovilizadora. Así que ahora es muy importante poder transmitir al estudiantado que organizarse y luchar es necesario, porque sin eso, nadie les va a regalar nada de forma altruista. La campaña “Depende de ti” es la forma de, con tres palabras, decir que es importanteuna correlación de fuerzas lo más favorable posible a los intereses del estudiantado.

P: El Sindicato de Estudiantes (SE) ha convocado una huelga feminista en noviembre después del sonado fracaso de la que convocaron en mayo. ¿Cuál es la valoración de la Dirección General sobre esto? 

R: Que preferiríamos habernos enterado antes de que la convocasen. Pero, como siempre, van al margen del resto de organizaciones y, por qué no decirlo, del estudiantado también. La Dirección General sacó hace poco un posicionamiento al respecto, que básicamente viene a decir que es una huelga oportunista ad hoc para hacerla coincidir con la resolución judicial del asunto de la manada. O sea, que busca atención mediática y lo demás da igual. Para nosotros, esto es una aberración, porque una huelga es, ante todo, una herramienta de lucha, y no una forma de hacer spam de una organización a la que ya se le está acabando el cuento.

P: Este tipo de convocatorias unilaterales no contribuyen a unificar los esfuerzos de la comunidad educativa. ¿Qué dicen las demás organizaciones de la comunidad educativa?

R: Yo no puedo hablar por el resto de organizaciones, pero no he visto que muchas se sumen a la convocatoria. Tampoco ha habido una voluntad del propio SE en que nadie diga nada, es decir, han ido un poco al margen de todo… Al respecto del Frente de Estudiantes, te invito a leer la resolución, pero creemos que una huelga educativa siempre tiene que intentar una vocación unitaria, porque los ataques a la educación nos afectan, aunque a veces de formas distintas, a todos los que participamos de algún modo en el propio sistema educativo. Si por cualquier concreción, hay una parte de la comunidad educativa que no quiere o que no puede participar, habrá que valorar tal particularidad, pero, en inicio, nosotros entendemos que es positivo que el movimiento estudiantil vaya de la mano con el movimiento obrero y sindical de nuestros centros educativos.

«Es un buen momento para retomar el camino iniciado el 9 de marzo de 2017 en el que las calles de todo el país se llenaron de profes, familias y estudiantes gritando a una sola voz. El FdE tiene claro que ese es el camino -y yo también- y nos encantaría poder contar este curso con todas las organizaciones con las que trabajamos.»

P: El pasado curso la mayoría de estudiantes echaron en falta una gran movilización en el formato de huelga o jornada de lucha, sin embargo, otros temas de la agenda política ocuparon el lugar central de estas ideas. ¿Podrías comentarnos si hay alguna movilización a la vista?

R: Sí. Aunque no vaya a haber una gran movilización estatal este primer cuatrimestre, estamos viendo ejemplos de lucha estudiantil muy interesantes, porque son los propios estudiantes los que articulan una amplia movilización con unas reivindicaciones que atienden a sus problemas concretos. No se trata de convocatorias impuestas, alejadas de sus realidades, un poco ajenas, sino que tienen una vinculación con ellos que hace que no solamente los estudiantes organizados, sino que la mayoría de los estudiantes de ese centro de estudios o ciudad se movilicen también.

Es ejemplo de ello Madrid, con la huelga convocada en la URJC por el caso de los másteres y contra la corrupción en la Universidad. Pero me parece que hay que darle especial importancia a dos convocatorias que, aunque no tan mediáticas, son grandes ejemplos de esto que comentaba y que van a tener lugar las próximas semanas: León y Barcelona. Respectivamente se van a movilizar por la escandalosa situación de las infraestructuras de la ULe y la pasividad del Rector ante la necesidad inminente de realizar obras; y en defensa de la gratuidad de los grados y másteres -que en Catalunya tienen una disparidad de precios bastante elevada-  así como la remuneración de las prácticas.

P: Entonces el Frente de Estudiantes se está movilizando en diferentes lugares como Madrid, León y Catalunya. ¿Puede ser la reiteración de estas movilizaciones deslocalizadas a algo más general y unificado?

R: Sí. A mi modo de ver, lo ideal sería que todas estas luchas luchas deslocalizadas pudieran confluir en algún momento de este curso en una Huelga General Educativa, en la que también participaran los sindicatos de trabajadores de enseñanza y las familias. Creo que, por todo lo situado previamente, es importante plantarnos ante las medias verdades y mentiras del Gobierno y situar cuáles son las propuestas que formulamos quienes vivimos día a día la educación.

Es un buen momento para retomar el camino iniciado el 9 de marzo de 2017 en el que las calles de todo el país se llenaron de profes, familias y estudiantes gritando a una sola voz. El FdE tiene claro que ese es el camino -y yo también- y nos encantaría poder contar este curso con todas las organizaciones con las que trabajamos, tanto en el día a día de los centros educativos, como a nivel estatal en la Plataforma por la Escuela Pública

P: Gracias por tu tiempo Eva. Ha sido un placer poder charlar contigo. 

R:  ¡Gracias a ti! Igualmente, ha sido un placer.

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