A 35 años del 14D: la importancia de la centralidad del movimiento obrero en el movimiento estudiantil
Este 14 de diciembre se cumplen 35 años de la mayor huelga general de la historia reciente de nuestro país y es importante en nuestros días poner en valor el papel que jugaron los más de tres millones de estudiantes que ese día salieron a las calles para defender sus derechos como hijos de clase trabajadora.
El gobierno de Felipe González llegó al poder en 1982, con grandes promesas de mejora de condiciones de vida de la clase trabajadora. Con el paso de los años, al igual que en nuestros días, se constató la caída en saco roto de las promesas de los socialdemócratas. El periodo se vio marcado por las privatizaciones, desindustrialización y una serie de leyes para abaratar el despido y aumentar la contratación temporal. A esto habría que añadirle las reformas emprendidas para entrar en la CEE, embrión de la actual UE, la cual impuso duras condiciones que acabaron pagando los trabajadores. También se ratificó la entrada de España en la OTAN, marcado por la traición y el famoso “OTAN de entrada no”, asumiendo la permanencia de nuestro país en la alianza criminal.
La gota que colmó el vaso y provocó la convocatoria de huelga general fue la intención implantar el llamado Plan de Empleo Juvenil, mediante el cual proponía contratos para jóvenes, en un papel subalterno del trabajador común, sin aplicar las condiciones de las negociaciones colectivas. Al empresario se le subvencionaría, se le harían deducciones a la seguridad social, y, de haber gastos formativos, serían asumidos por el Estado. Este plan también atacaría los derechos del resto de trabajadores al dejarlos en desventaja a la hora de acceder a un puesto de trabajo.
El conjunto de la clase trabajadora se movilizó contra toda esta batería de medidas y el estudiantado no fue menos, las luchas estudiantiles se generalizaron llegando a enlazar con el 14D. Ya en esa época el oportunismo en el seno del movimiento estudiantil puso palos a las ruedas del avance de la movilización, actuando al igual que hoy día, convocando y desconvocando huelgas sin contar con la comunidad educativa, cosa que no impidió que millones de estudiantes salieran a la calle el 14D.
Decenas de miles de ellos llenaron las calles los días anteriores a la misma en solidaridad con los trabajadores en una gran manifestación que congregó a estudiantes de todo el estado en las calles de Madrid. No era mera solidaridad, los estudiantes como hijos de trabajadores veían sus intereses atacados su paso a la vida laboral precarizado.
Los centros de estudios se llenaron de solidaridad y respuesta estudiantil a las medidas antipopulares del gobierno, miles de asambleas se celebraron en los mismos, acordando apoyar sin fisuras las demandas de los trabajadores y acordando secundar el paro general.
El propio 14 de Diciembre más de tres millones de estudiantes secundaron la huelga activamente acudiendo a las manifestaciones que recorrieron las principales localidades del país, participando activamente en la organización de esta con papeles fundamentales en los piquetes informativos y en las movilizaciones.
Hoy recogemos este espíritu de lucha y solidaridad con los trabajadores, además de entender lo fundamental en nuestra lucha de la centralidad del movimiento obrero. Esto parte de una profunda reflexión, que pasa por reconocer que los estudiantes no somos un ente al margen de las dinámicas económicas de nuestra sociedad y que la clase trabajadora es la protagonista inequívoca de la transformación social radical necesaria para lograr la educación por la que luchamos. De ahí, que esta centralidad sea algo inherente al proyecto del Frente de Estudiantes.
Por todo ello, desde el Frente de Estudiantes llamamos a recuperar ese viejo lema que resonó por los centros de estudios durante el diciembre de 1988, ese lema que clamaba por la unidad de estudiantes y trabajadores, vinculando el futuro de una sociedad mejor a las luchas que estos libren en el presente.
¡Trabajadores y estudiantes, unidos y adelante!
¡Es momento de responder!
