El estudiantado ante el nuevo gobierno de Pedro Sánchez
En los últimos días hemos vivido un gran número de cambios en la política de nuestro país que han acabado con el Gobierno del Partido Popular y uno nuevo encabezado por el líder del PSOE, Pedro Sánchez. El factor detonante ha sido la sentencia sobre el caso Gürtel, ante la cual sólo podemos reiterar la evidencia de que la corrupción que empapa el sistema político no se trata, por más veces que lo repitan, de casos aislados.
Miles de estudiantes hemos seguido atentamente la propuesta de Moción de Censura que finalmente se ha saldado con la despedida de Mariano Rajoy y su gabinete. Sin embargo, no podemos ser complacientes con el nuevo gobierno, que lejos de querer romper con las políticas de privatización, las mantiene: los Presupuestos Generales del Estado aprobados por el PP ahora son asumidos por el PSOE, con el beneplácito de otros grupos parlamentarios. Esto significa continuar el mismo proyecto económico, con otras formas de gestión, pero en la senda de la privatización y en contra del pueblo trabajador y el estudiantado. Sin ir más lejos, el nombramiento de la Ministra de Economía, antigua directora de presupuestos de la UE, refuerza el compromiso de Sánchez con los estrictos parámetros económicos que marca la Comisión Europea contra el pueblo trabajador.
Es necesario analizar lo que supone confiar en un gobierno con los mismos apellidos que aquellos que en su día ya aprobaron leyes de un marcado carácter privatizador. Recordamos, por ejemplo, la introducción de los conciertos a través de la LODE. También guardan en su historial la implantación del Plan Bolonia en el año 2007 y no es difícil encontrar referencias al ex-ministro de educación, Ángel Gabilondo, acérrimo defensor del Espacio Europeo de Educación Superior, defendiendo a capa y espada la presencia de empresas privadas en las universidades públicas.
Hemos visto también la creación de un Ministerio de Educación dirigido por Isabel Celaá y desligado de Universidad, ahora bajo el amparo de Ciencia e Innovación. Este cambio contiene la voluntad de profundizar en la FP, un modelo que hasta el momento basaba su éxito en el trabajo no remunerado de miles de jóvenes. Por otro lado, la docencia y la investigación, al menos en el ámbito universitario, comenzarán a estar cada vez más divididas. Esta tendencia solo puede evolucionar hacia la creación de centros de primera, enfocados a la investigación y donde la financiación sea cada vez más privada y de segunda, universidades donde miles de estudiantes asistan a clase para obtener un título sin un mínimo de garantías científicas.
En estos momentos de aparente incertidumbre política, los y las estudiantes quequeremos y necesitamos un sistema educativo verdaderamente público, hemos de confiar en nuestra propia fuerza como movimiento organizado. Si queremos construir nuestra educación, una educación que responda a los intereses de la mayoría social, debemos seguir trabajando en el día a día de nuestros centros, y continuar en la senda de la lucha, alzando la voz del estudiantado unido y con un objetivo claro.
Así pues, ante la Moción de Censura y la formación de un nuevo Gobierno, declaramos que:
- No podemos confiar en las promesas de ningún gobierno, sea del signo que sea, mientras sean las empresas y monopolios los que sigan gestionando nuestros institutos y universidades.
- Para transformar la Educación y las políticas antipopulares hemos de ser conscientes del potencial transformador de nuestras propias fuerzas, si la lucha es unitaria y organizada.
- Continuaremos con el camino de la movilización y la lucha unitaria después del 8 de Mayo. El próximo curso la comunidad educativa debe salir a la calle para marcar las líneas rojas del modelo educativo que queremos.